El Diario del Último Amanecer

Drama 14 to 20 years old 2000 to 5000 words Spanish

Story Content

**Un día cualquiera, de un año cualquiera**, desperté con la sensación de que algo había cambiado. **Hay una falsa tranquilidad ahí fuera**. El sol brillaba, sí, pero era un brillo mortecino, carente de la vitalidad de antes. **Ni coches en la calle, ni niños en los parques**. Un silencio sepulcral reinaba en lo que una vez fue una bulliciosa ciudad. **Algo me dice que ya nada será igual que antes**.
Tomé mi diario, una libreta mugrienta que se había convertido en mi confidente, mi única conexión con el pasado. Comencé a escribir, como cada mañana, para aferrarme a la cordura. Mis dedos entumecidos trazaban las palabras con dificultad, como si la misma tinta se resistiera a narrar la crudeza de mi existencia.
La primera entrada describía el caos, el horror indescriptible del principio. Las noticias confusas, las sirenas aullando sin cesar, el pánico colectivo. Recordaba a mi familia, a mis amigos, ahora simples recuerdos difusos en mi mente atormentada. Me pregunto, dónde estarán y cómo estará?.
Ahora solo quedaba la supervivencia. Vivía en las afueras, en una pequeña casa que había fortificado como mejor pude. Era mi santuario, mi refugio contra el terror que acechaba en cada esquina. **Vivo en las afueras de la ciudad, escondido luchando por mi vida**.
Los llamaba 'los Muertos'. Zombies, muertos vivientes, como en las películas. Pero esto no era una película, era la cruda y espantosa realidad. **Ellos están en todas partes**, hambrientos, implacables, buscando carne fresca. **Si me descuido podrían devorarme, y saciar su hambre no entra en mis planes pendientes**. Era una lucha constante, una carrera contra la extinción.
**Es otro amanecer en esta tierra de muertos vivientes**. Abrí la ventana con cautela, escudriñando los alrededores. El aire olía a descomposición y muerte. Avisté varios 'Muertos' vagando por la calle, sus movimientos torpes y erráticos. **Tal vez no quede nadie vivo en la humanidad**, y pensaba **esos zombies buscan como locos su comida**.
En mi diario describí mi rutina: despertar al amanecer, revisar mis provisiones, fortificar mis defensas, buscar comida y agua. Cada salida era una misión suicida, un juego de gato y ratón con la muerte.
**He conseguido armas en una tienda de caza, por si una visita inesperada viene a casa**. Un rifle de caza y una escopeta eran mis mejores amigos, mis protectores. **Tengo municiones, tomo precauciones**, cada bala era un tesoro que debía cuidar. **Cada vez que salgo en busca de provisiones**, siento que estoy jugando a la ruleta rusa.
En las páginas de mi diario relaté la soledad, la desesperación que me invadía por las noches. Recordaba a mi novia Sofía y todas nuestras locuras. Ahora solo quedaba un hueco vacío en mi corazón, un vacío que ni siquiera el odio hacia los 'Muertos' podía llenar.
**El caos se percibe, la lucha no termina**. Las ciudades eran cementerios a cielo abierto, laberintos de muerte y desolación. **La muerte me persigue cuando cruzo cada esquina**, susurrando mi nombre con su aliento pútrido. **Un virus mortal, si te muerden date por perdido**. No había cura, no había esperanza. Solo la muerte inevitable.
**Vivo en la desolación y todavía no he entendido que fue lo que pasó, que nos querían ocultar**. El gobierno, las noticias, todo era una mentira. **Las noticias nos mentían, no decían la verdad**, manipulando a la población, ocultando la inminente catástrofe.
Y ahora **la muerte camina, está por todas partes**. Las calles eran un campo de batalla, donde la humanidad luchaba por su supervivencia. **El mundo nunca será como antes**, una cicatriz imborrable en la historia de la humanidad.
Escribí sobre la pérdida de la fe, sobre la inutilidad de la esperanza. **La vida ya no es igual, la muerte ya no es igual, es una manera más, ellos me quieren cazar, yo solo y nadie más, en la humanidad, conmigo no podrás**. La iglesia abandonada, la biblia llena de polvo, Dios parecía haberse olvidado de nosotros.
**Ten cuidado los ojos bien abiertos, es el amanecer de los muertos**. Cada mañana era una batalla ganada, un día más en esta pesadilla. La luz del sol era un recordatorio constante de la belleza perdida, del mundo que ya no existía.
**Tengo que ser fuerte, la realidad es obvia**. No podía permitirme rendirme, no podía dejar que la desesperación me consumiera. Debía seguir luchando, por mi memoria, por los que se fueron, por un futuro incierto.
**La electricidad hace tiempo que es historia**. La oscuridad reinaba en las noches, intensificando el miedo y la soledad. El fuego era mi único consuelo, la llama que me mantenía conectado a la vida.
**Hay que salir de día, cada esquina, cada portal puede ser mortal**, y **ellos no tienen memoria**. Solo el instinto les guía, la sed insaciable de carne humana.
**Solo quieren comer y al parecer yo soy su plato**. Intenté ser sigiloso, invisible, una sombra en la ciudad fantasma. Pero a veces era inevitable enfrentarlos.
**Si me muerden me suicido, ese es el trato**. Llevaba una bala reservada, un último recurso para escapar de la transformación. Prefería la muerte a convertirme en uno de ellos.
**No les saldrá barato luchar con mi inteligencia**. Aprendí a utilizar el entorno a mi favor, a crear trampas, a esconderme en lugares inesperados. **Me mantiene vivo mi instinto de supervivencia**. Es la herramienta más poderosa que tengo.
Escribí sobre los recuerdos que me atormentaban: el rostro de mi padre, la sonrisa de mi hermana, el abrazo de mi madre. **Toda la gente que yo conocía murió, todo lo que hice en vida desapareció**. El pasado era un peso que me hundía cada día más.
**No hay gobierno ni leyes donde ahora vives, es un infierno y si eres listo sobrevives**. La anarquía era la norma, cada uno luchaba por su propia supervivencia. La ley del más fuerte regía el mundo.
**Al eterno sin vivir de esta tierra de no muertos**, casi había olvidado cómo sonreír. **Ya casi no sé reír, me deprimo por momentos**. La esperanza era un lujo que ya no me podía permitir.
**Esperando que aparezca alguien, algún ser humano, pero cada día veo ese objetivo más lejano**. Sabía que las probabilidades eran escasas, pero aún me aferraba a la idea de que no era el único superviviente.
**Y vuelvo al exterior en busca de alimento, no seré su presa por sorpresa los reviento**. Utilizaba trampas simples pero efectivas. En mi diario tenía ilustraciones muy bien logradas de las mejores formas de defensa.
**Soy leyenda como Will, casi vivo en Silent Hill**. La calle principal la llamaba Street, **Yo camino por la Street con el corazón a mil**, con el alma dividida. Necesitaba los suministros.
**Sabiendo que cualquier día puede acabar todo, no tengo nada que perder de cualquier modo**. No tenía familia, ni amigos, solo el diario como testigo de mi existencia. Ya está **anocheciendo y vuelvo a mi refugio a salvo, una vez más estoy vivo de milagro**.
De vuelta en casa reviso que todos los accesos estén cerrados, coloco unas latas conectadas por una cuerda a modo de alarma. Entro y preparo una pequeña cena.
Escribo una última entrada, ya muy cansado, no sé hasta cuando podré seguir así. **La vida ya no es igual, la muerte ya no es igual, es una manera más, ellos me quieren cazar, yo solo y nadie más, en la humanidad, conmigo no podrás**. Apago la vela y me dispongo a descansar.
**Ten cuidado los ojos bien abiertos, es el amanecer de los muertos**.
**Un día cualquiera, de un año cualquiera, quisiera escribir mi despedida**. He estado escribiendo **Llevo mucho tiempo escribiendo este diario**. Siento que se acaba mi tiempo. **Ya no me queda esperanza alguna, al contrario**.
**De madrugada han entrado a mi refugio y me han mordido, es cuestión de tiempo así que me despido**. No quiero convertirme en uno de ellos. No quiero ser una amenaza para otros, si es que existen.
**No sé si quedará alguien vivo, pero espero que algún día lean lo que escribo**. Tal vez mi historia sirva de advertencia, o tal vez solo sea una nota al pie de la extinción humana. En todo caso, espero que sirva de consuelo para quien encuentre mis palabras y tenga que pasar por algo similar. Que tenga fuerzas para pelear.
Me dispongo a cargar mi arma. Creo que lo mejor será en la cabeza, rápido y sin dolor... adiós.